sábado, 23 de enero de 2016

Desengaño

Los pétalos marchitos se hacen uno con mi paso. Pobres de vosotros, antes parte de una rosa recién florecida, brillante y jovial, llena de buenos augurios y brechas que curar. Pero no, ya no, el desengaño vence una vez más, ya no sois más que fragmentos marchitos de pétalo, irrecuperables, destinados a ser pisados, aplastados, NADA, olvido de lo que un día clamó juventud.





viernes, 24 de julio de 2015

Exilio

   La nostalgia quema más que el café que le acaban de servir en un pub irlandés cualquiera. Da vueltas a la cuchara, los recuerdos parecen flotar entre la espuma. El sabor del exilio, escuece. Y la extenuante oscuridad del lugar, así como el incesante barullo, no hacen más que acrecentar su sentimiento de soledad y abandono entre la multitud, que no es para nada su multitud.

   ¿Qué observaran en este momento los saltones ojos marrones de esa niña a la que tanto echa de menos? ¿Y el pequeño, quién le resolverá ahora las millones de dudas sin solución que no cesan de pasear por su inquieta cabezota? Se pregunta si alguien la habrá sustituido contándoles cuentos al terminar el día, si ellos echarán de menos el impulso que solía dar a su imaginación cada noche, antes de dejarla flotar en los sueños. Se pregunta si la echarán en falta, si la recibirán con un abrazo de oso, como los que ellos solían pedir, uno de esos en los que te sumerges como en un colchón capaz de amortiguar caídas que proclaman muerte segura. Suena su canción en el local, no creía a su cuerpo capaz de acumular tanta melancolía, que impregnaba su alrededor en forma de tímidas lágrimas deslizándose  lentamente por su mejilla.

   Quiere volver, quiere que alguien tire la cuerda al pozo y haga la fuerza suficiente para sacarla definitivamente, entonces habrá aprendido a mirar por donde pisa para no volver a caer. Pero no, nadie se atreve a dar más que tirones que la llenan de una esperanza vacía y momentánea que no termina más que en una caída más al fondo. 


sábado, 14 de septiembre de 2013

La mejor jugada

   Abres los ojos, un parpadeo y todo lo que en años construiste, de golpe se ha desvanecido. En tu interior solo desconcierto, como el del viajero que tras años deambulante, al regresar a su hogar, se da cuenta de que este no es el mismo que dejo atrás. Y te das cuenta de que en esta vida todo fluye, a una velocidad tal, que los que necesitamos cierto tiempo para pensar (y repensar) antes de atrevernos a arriesgarlo todo, no podemos seguir. Y nos quedamos atrás... la vida nos adelanta a pisotones, y quedamos aplastados bajo los que estuvieron del lado del repartidor de cartas. Lo que no quiere decir que no seamos nosotros los que al final, cerremos con la mejor jugada.



         Cuadro "Los Jugadores de Cartas" Comprada por Familia Real de Qatar

jueves, 4 de octubre de 2012

Otra de miradas...

   Cual pozos de los que el fondo, de profundo, no se divisa, así es tu mirada, cuando, tímida, se cruza con la mía. Esos instantes en los que nos decimos todo lo que nuestra falta de voluntad nos impide susurrarnos al oído. Miradas de anhelo, de impotencia, de esperanza por poder contemplar algún día esos ojos sin descanso.

lunes, 27 de agosto de 2012

La ciudad de las siete colinas

Las insomnes luces de Estambul gritan tu nombre.
No llaman a Alá los cantos en las mezquitas.
No buscan la atención del turista los turcos en los bazares. 
No es dinero lo que piden los demacrados rostros de los huérfanos en las esquinas.
Los gatos de Estambul maúllan tu nombre.
Tu nombre es lo que las adivinas buscan en las tazas de café.
Tu nombre se esconde en el picante de la gastronomía.
Tu nombre está escrito en la firma de Mustafa Kemal Atatürk.
Las siete colinas de Estambul son las siete letras de tu nombre.

sábado, 14 de abril de 2012

Su Azul Mirada

Un beso bajo la luna, descalzos sobre la fina arena de la playa. El mar nuestro testigo, nos arropa en el susurro de su oleaje. Él aparta tímido su mirada, mucho que decir, bastante más es lo que va a ocultar. Que cese la voz y se escuche el rumor de la naturaleza. Que el mar hable por tí hoy. Tú tan sólo déjame perderme en el azul de tus ojos, por todo océano envidiados.



sábado, 24 de marzo de 2012

Esperando un tren a ninguna parte

   Estación de tren. Aquella chica aguarda con impaciencia, abstraída en sus pensamientos, esperando que llegue la hora en la que el tren oportuno aparezca. La casualidad a querido que todos los mapas que le indican el camino, se hayan desvanecido. Cualquiera que se detenga a observarla al pasar, no podría imaginar la historia que hay detrás de ese triste y cansado rostro. Pues en él, no se pueden leer la cantidad de trenes que han pasado por delante de ella y que no se atrevió a tomar por miedo a no saber dónde pararán. Nadie puede descifrar el número de veces que se subió en el tren equivocado para acabar en el lugar de partida. Nadie sabe que tras esas gotas de sudor hay una fatigante carrera por alcanzar el tren correcto a tiempo, que una vez más, resultó nula. Nadie se plantearía que quizás, aquella chica de mirada perdida lleva horas en el andén con miedo aún a partir.

jueves, 9 de febrero de 2012

Bajo tierra.

Ese secreto que creías tan bien guardado... pues, ¿quién mejor que tú para esconderlo? Ese pequeño hueco que hace que a los demás no les encaje el puzzle de tu vida. Y de repente dan de lleno contra él, tu punto débil, el pleno que derriba de un golpe cada una de las piezas de tu dominó.

domingo, 8 de enero de 2012

''¡Libertad!'' se escucha gritar

Silencio, pero un silencio de esos que lo dicen todo y, a su vez, ocultan aún más. Miles de pesarosos rostros, te miran con recelo mientras caminas, como un forastero, por sus tierras. Todos ellos, propietarios de grandes corazones, preparados para almacenar cantidades desmesuradas de amor y bondad, pero, que debido a circunstancias ajenas a su causa se han visto obligados a sacar a la luz toda la desconfianza, angustia y odio propias de su condición. En numerosas ocasiones, se pueden escuchar quejas, que no llegan apenas a ser un susurro, debido a la intransigente restricción a la que están sometidos. Murmullos clamando LIBERTAD. Ese precioso don del que todos deberíamos ser portadores, pero que ciertas personas sin escrúpulo alguno, no dudan en arrebatar cruelmente, o en ocasiones escondiéndose bajo una falsa apariencia decente. Se creen dueños de todo, capaces de cualquier cosa, para ellos todo está permitido. Podrán arrebatar hogares, bienes, derechos y hasta separar familias. Pero, mientras resista un grupo de personas, por pequeño que sea, dispuesto a luchar por sus ideales, no ganarán. Por que bien es sabido, qué cuando la verdad y la justicia están de tu lado, la batalla está vencida, o al menos así debería de ser. Pero, por desgracia el mundo no es todo lo justo que nos gustaría, y en cuanto detectan ideas capaces de vencer a las suyas no dudan en apagarlas con sus armas. Esto no es juego limpio, señores, desgraciadamente, nunca lo fue.

jueves, 29 de diciembre de 2011

Ante las puertas del nuevo año

¿Qué significa ''nuevo año''? Tiempo de nuevos propósitos, de reinventarse, de familia,  la noche de la gran fiesta, simplemente una borrachera más o, quizás, sentarse en el sofá observando el instantáneo cambio de un año a otro mientras tratas, en un tiempo récord, de acabar con un plato de uvas bien contadas. Hay muchas versiones o puede que sea la combinación de todas ellas lo que hace de esta noche única para gran número de personas. Pero, aquí llega la aguafiestas una vez más, ¿no es acaso una noche cómo otra cualquiera? Si, pero el caso está en que los seres humanos necesitamos que pongan una pausa en medio de nuestras dinámicas y ruidosas vidas. Necesitamos un punto donde pararnos y valorar nuestro ''año'' y proponernos metas para el que viene, aunque las de algunos no alcancen mayor complejidad que la del enésimo comienzo de su dieta. Pero, dado a la falta de perseverancia que nos caracteriza, todo se queda en sueños que si eso algún día con suerte lograrás. Y una vez más no cuento nada nuevo. Quizás deberíamos proponernos comenzar a escribir de verdad para el próximo año, quien sabe, eso ya se valorará. Ahora, esperemos que sea simplemente un poquitín más estupendo que este, me conformo con eso, bueno en realidad no, pero no espero más.

viernes, 16 de diciembre de 2011

Porque parece que esta sociedad ha olvidado ya el sentido de la Navidad.

   Pasear, en estás semanas precedentes a la Navidad, por estas frías calles de Madrid. Aquellas que se dejan esconder tras esos enormes conglomerados de luces de mil y un alegres colores, dibujando estrafalarias formas que, ya años atrás, perdieron su razón de estar. Tanto a su izquierda cómo a su derecha, miles de carteles, anunciando los ''increíbles'' productos gracias a los cuáles han ido creados y cuyo fin último es incitar al consumo a las masas. Gente que camina con prisa en busca del regalo o la cena perfecta para satisfacer las elevadas expectativas de sus invitados, aunque esto traiga consigo el derroche de enormes cantidades de dinero. Pero es que está claro, cuando se trata de quedar bien, a ciertas personas parece que se les olvida que hay ''crisis'' y hambre en el mundo.  ¿Qué manera es esta de ver la Navidad? El celebrar sin motivo, alegría superficial, consumismo en su momento culminante. Se nos ha olvidado ya el motivo de las celebraciones. Nos basta con que nos digan que es momento de fiesta, de felicidad para que todos, cómo borregos, festejemos y finjamos ser felices. ¿Pero acaso alguien se pregunta cuál es el motivo de tal dicha? Sólo un grupo contado de gente sabe lo que celebra. Y entre ellos espero yo estar este año. Porque estoy harta de Navidades vacías, llegó el momento de empezar a vivir.

 

martes, 6 de diciembre de 2011

Gracias, por cargarme cuando caía

Más y más. Es un no acabar. Nunca te ves saciado. Es lo que tienen los círculos viciosos, cómo las rotondas londinenses, sin darte apenas cuenta entras y cuando quieres salir, te das cuenta de que requiere un esfuerzo sobrehumano, y tú, eres débil. Porque es ahora cuando echas en falta a ese alguien que te ayudara en su momento, y, ¿Quién dice que no lo hubiera? Otra cosa es que tu estuvieras tan ciego cómo para no ver ni siquiera a quién te quiere. Esas personas que siempre están ahí, sin dejar de amarte un sólo instante y tú, ¿cómo respondes a esto? ¿Dándoles la espalda y sonriendo a quién no le importas? Ellos te hacen olvidar la persona que eres, sólo te quieren por los sentimientos, y estos, cómo efímeros que son, caducan. Se van y con ellos todas las personas que se apoyaban en ellos. Y entonces es cuando viene el desengaño y la soledad, y vuelta a los inicios. Y, ¿quién está allí para ofrecerte su mano ante la caída? Pues aquel que no te abandonó en ningún momento. GRACIAS.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Las excepciones confirman la regla.

Un instante efímero e insignificante, pero que jamás podrá ser retomado o eliminado. ¡Quién tuviera esta capacidad! ¿Cómo es posible que un segundo inestimable en el curso del tiempo, pueda causar un cambio perdurable de tales dimensiones?
Sí, todos cometemos errores, unos más que otros, pero nadie se libra. Por lo tanto, ¿no sería lo justo gozar siempre de una segunda oportunidad? Sin embargo, si hay una cosa que la vida me a enseñado, es que en la mayoría de ocasiones no es todo lo justa que se nos encapricharía. Y nunca nos permitirá volver atrás. A veces, simplemente, porque nos lo merecemos, lo hemos hecho mal y debemos asumir las consecuencias, y limitarnos a aprender de nuestros errores. Otras, para que sepamos darle un giro a la situación y dejarla cómo debería. Y, la gran mayoría, al menos en mi circunstancia, para aprender a sacarle el lado bueno a los desastres, sólo que a veces actuamos cómo excepción a la norma, pero, cómo bien dijo alguien, las excepciones confirman la regla.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Luchando por un juego limpio

¿Quién asegura que los pasos del valiente son imparables? Ya que todos bien sabemos que, a la hora de la verdad, por desgracia, no siempre se torna todo en contra del cobarde.
¿Quién corrobora que estás en lo correcto? Si todo el mundo parece defender lo contrario, el escandaloso ruido de las mayorías.
¿Quién me va a decir en quién confiar? Si para ellos todo es un juego trucado a su favor.
¿Cómo sabré cuál es la finalidad de este? Si la única norma existente es la de eliminar a todo el que lucha por poner sus piezas en juego.
Pero, ¿quién podrá apagar la voz del insaciado? Pues, por mucho que traten en vano de silenciarla, mientras alcance los oidos de un soñador seguirá sonando.

martes, 15 de noviembre de 2011

Refugiarse entre versos y sonrisas, gritos silenciosos en medio de una sorda multitud.

Quiero gritar, bien alto, que se escuche en cada rincón de este pequeño mundo. Quiero romper a llorar aquí mismo, que más dará quién mire. Quiero decir tantas cosas... Pero me temo que ya no tengo la fuerza necesaria, me limitaré a escribirlas entre páginas que nunca nadie llegará a leer. Ya no se quién soy, o , mejor dicho, en quién me he convertido. El resultado de un recuerdo que trata de plantarle cara al presente. Oculto tras las cámaras, se puede ver a mi antiguo ''yo'' intentando disfrazar al actual. Y ante esto sólo queda el dolor. Porque duele darse cuenta de que una vida aparentemente perfecta y sin complicaciones, se transformó con la misma facilidad con la que un mar en calma torna en una despiadada tormenta. Quiero volver y tengo la esperanza de que llegará el día en que pueda cantarle a las maravillas de la vida. Pero, hasta entonces mejor buscar refugio entre letras y acordes, los únicos capaces de enmudecer cualquier sufrimiento.

martes, 8 de noviembre de 2011

Un genio incomprendido

Distraida se sienta a su lado, sin premeditarlo, instintivamente. Lo que cabe pensar, lo que entra dentro de lo evidente, es que aquel es el sitio libre más cercano y esto es lo que le lleva a ocupar ese lugar. Pero, ella sabe que no,y por mucho que intente autoengañarse, no podrá cambiar lo indiscutible. Quizás es su subconsciente, que se la ha vuelto a jugar, aprovechando un momento de descuido, para sentarle junto a él. Porque, sí, aunque quisiera, no va a negarlo. Pero ese hombrecillo apuesto de aire misterioso, que a su lado se encuentra, le intriga. No es atracción, ningún tipo sentimiento, ni mucho menos enamoramiento, ese tipo de cosas no son para ella. Simplemente le intriga. Le intriga saber que hay detrás de esa mirada siempre ausente, de la manera de contestar distraidamente cuando alguien trata de sacarle unas palabras, cómo si la conversación fuera el paréntesis de un sueño maravilloso al que anhela regresar. La forma en que camina, dando la sensación de que el más mínimo soplo de viento le hará venirse abajo. Esa gran virtud que posee de ser capaz de escuchar el silencio y su gran valor, al no temerle a la soledad. Pero, ante todo, esos maravillosos poemas que pudo entrever  entre sus descuidados apuntes de literatura. Aquellos que corroboraban que ella estaba en lo cierto, él era un artista, un poeta más con un talento fuera de lo normal, pero irreconocido por su sociedad, he aquí otro de los muchos fallos de esta.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Impotencia ante la funesta realidad

Paseando entre noticias, historietas de barrio, experiencias o incautos cotilleos de vecindario, puedes presenciar, siempre con un poco de sensibilidad por medio, cómo, la gran mayoría de estos sucesos son precedidos por lágrimas y sufrimiento. Continuamente dejándo tras de sí corazones desolados, vidas destrozadas y personalidades trastocadas, daños cuya reparación es más costosa que la reconstrución de pueblos enteros, me atrevería a estimar. ¿Y cuál es el fin de estas líneas tan desesperanzadoras? Pués nada más trascendental que servir de refugio ante la nefasta realidad. Ya que, para mí, en este preciso instante este párrafo es el centro de mí mundo. Pero en cuentas reales, estas letras no significa nada ante la infinidad de palabras dichas y por decir allá afuera. Y que, desgraciadamente, no son capaces de hacer nada por poner fin a todas las barbaries sufridas por millones de personas en estos dias. De ahí esta terrible impotencia. ¿Quién fuera capaz de llegar a todos y cada uno de los corazones que sufren y poner en ellos la pizquita de amor que tanto necesitan?

jueves, 27 de octubre de 2011

Y la lluvia una vez más...

   Escuchas a la gente hablando, quejándose de la lluvia. Y yo en mi silencio habitual, pienso, ¿seré la única persona que lleva todo el verano esperando una chispita de agua que me sirva de excusa para agenciarme un gran jersey de rayas y salir a dar una laarga vuelta por la ciudad? Porque sí, este año se ha echo esperar. Pero, a gran espera mayor es la emoción en la bienvenida, o eso dicen. Aunque en este caso no se han equivocado. Pues, estoy segura que uno de los pequeños placeres más grandes, es un simple paseo bajo la lluvia, a solas con tus pensamientos, con una buena canción, que recuerde tiempos mejores, de fondo. Pues las canciones suenan mejor bajo la lluvia, acompañadas del dulce sonido del chapoteo de las gotas de agua sobre los toldos, de las risas de aquel niño que descubre la maravilla de saltar sobre los charcos, a pesar de las reprimendas de su madre. Pero sobretodo, la música del silencio ruidoso de las calles desiertas que vas dejando tras de tí. En las que muy de vez en cuando te cruzas con alguna persona, siempre cubierta por un paragüas. Ellos pensarán que les envidias por este hecho. Pero, no lo haces, para nada. Pues, ellos se dejan llevar por las circunstancias, tu las vives al máximo.

domingo, 23 de octubre de 2011

Los cimientos de un gran proyecto.

  Hoy es uno de esos dias en los que me puedo acostar en paz, con una sonrisa en la cara. Porque no hay nada que me provoque una alegría mayor que una buena experiencia, y más si has aprendido algo de ella. Y hoy puedo decir que he sido testigo de uno de esos momentos que, aunque nadie los aprecie realmente, ni siquiera sus propios protagonistas, son pequeños granitos de arena, que poco a poco y con una discreción admirable, van construyendo un enorme castillo, que sin duda, cambiará el mundo. Quizás, no lleguemos a verlo acabado, pero nos quedará la satisfacción de que nuestros nietos puedan decir que nosotros pusimos la mota de cemento que está ahí, velando porque el edificio no se venga abajo.

lunes, 17 de octubre de 2011

Un vistazo al pasado

Observando la grandeza que envuelve el ambiente de esta, en apariencia, insignificante habitación, que probablemente cualquier persona corriente pasaría por alto. Porque aquí de pie, bajo el dintel de esta vieja puerta, no es difícil imaginar cómo alguien, probablemente muchos años atrás, sobre el mismo punto en el cual me encuentro, estuviera forjando sueños similares a los que rondan mi cabeza en estos instantes. Mismos pensamientos, sentimientos y aspiraciones, al contemplar este maravilloso lugar, con las simple diferencia de vestimentas, dialecto, costumbres y otras insustanciales influencias de la sociedad dominante en su momento. Porque, las personas no cambian, aunque lo haga todo lo que las rodea. Siempre los mismos errores, cometidos y por cometer. Las mismas metas, que la mayoría de las veces no fueron alcanzadas. Y los mismos medios erróneos para obtenerlas. Y pobre de tí que te crees extraordinario e inigualable, olvidas que hubo muchos que trataron los mismo que tú antes.